Calderón, listo para dar más poder a la Iglesia (Parte 1).
Durante su encuentro del próximo 24 de marzo en Guanajuato, es muy probable que Felipe Calderón y el Papa Benedicto XVI firmen un “histórico acuerdo” –producto de años de negociaciones entre México y El Vaticano– mediante el cual se otorgarán las “libertades religiosas” que viene demandando la jerarquía católica del país.
Roberto Velázquez Nieto, investigador del Archivo Secreto Vaticano y especialista en la relación diplomática entre ambos Estados, asegura: “Entre estas libertades el acuerdo incluirá la instrucción religiosa en las escuelas públicas, la creación de una partida presupuestal para apoyar económicamente al clero, la creación de una diócesis exclusiva para las Fuerzas Armadas mexicanas y, por último, el permiso para que la Iglesia pueda poseer medios de comunicación masiva”.
–¿La viejas demandas del episcopado mexicano?
–Sí. Las viejas demandas de la jerarquía que ya llevan años negociando la cancillería mexicana y la Secretaría de Estado del Vaticano. Ese proceso diplomático ya maduró. Sólo falta que se concrete jurídicamente a través del acuerdo que, según todos los indicios, firmarán el Papa y Calderón durante su encuentro privado en la mansión del Conde Rul, en la ciudad de Guanajuato.
–¿Ese es el motivo principal del viaje papal a México?
–Por encima de todo, para el Papa es prioritario lograr ese acuerdo. Es un punto clave. Benedicto XVI lleva siete años en el trono pontificio y hasta ahora viene a México. Esto obedece a que este año se cumplen 20 de haberse reanudado las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, medida cuyos principales artífices fueron el presidente Carlos Salinas de Gortari, el Papa Juan Pablo II y el entonces nuncio apostólico Jerónimo Prigione.
“Las circunstancias políticas e históricas son propicias para dar otro paso y firmar ese acuerdo en el vigésimo aniversario del restablecimiento de relaciones. Hoy les toca dar ese paso a Ratzinger y a Calderón en su calidad de jefes de Estado”.
–Sin embargo, esas demandas que viene pidiendo la Iglesia no han prosperado en el Poder Legislativo, al que le corresponde hacer los cambios constitucionales que concreten las reformas.
–Es cierto. Incluso el presidente Vicente Fox prometió hacer esos cambios mediante su famoso decálogo de campaña, pero fue una mera promesa del Ejecutivo que se topó con el bloqueo del Congreso. Para la Santa Sede, sin embargo, ya resulta anacrónico el esquema de recurrir directamente a reformas constitucionales para lograr sus metas. Actualmente, en sus negociaciones con los Estados recurre a la vía del acuerdo o concordato. Es un camino jurídico muy distinto que hoy intenta aplicar Benedicto XVI en México.
–¿En qué consiste?
–El primer paso es firmar el acuerdo con Calderón. Estará además en estricta consonancia con los convenios internacionales firmados por México en materia de libertad religiosa, como el Acuerdo de Costa Rica y otros de la ONU.
Fuente: http://www.diario.com.mx
Calderón, listo para dar más poder a la Iglesia (Parte 2).
“El segundo paso es enviarlo al Senado, el único que tiene facultades para aprobar y ratificar los convenios internacionales del Ejecutivo. De esta manera, como lo marca el artículo 76 constitucional, la Cámara de Diputados ya no podrá intervenir por tratarse de un acuerdo firmado entre dos jefes de Estado”.
La clave está –enfatiza el experto– en lograr solamente el consenso en el Senado “donde actualmente el PAN tiene mayoría y algunos senadores del PRI podrían sumarse a la aprobación del acuerdo”.
–¿Se intenta aprobar el acuerdo en la actual Legislatura?
–Digamos que esa es la estrategia de Calderón y del Papa. Sus cálculos parten de un escenario óptimo y sin contratiempos. Planean ejecutar los cambios con rapidez en esta misma legislatura. Un fast track. Es la estrategia ideal. Claro, aún está por verse cómo se moverán las fuerzas políticas en el Senado.
–¿El acuerdo implica un gran cambio en la relación Iglesia-Estado?
–¡Claro ¡Imagínese De concretarse, será un cambio histórico de gran trascendencia para el país. Para algunos representará un gran retroceso; para otros, un avance democrático de gran magnitud, similar a las reformas del salinismo que le dieron reconocimiento jurídico a la Iglesia y reanudaron las relaciones diplomáticas con la Santa Sede.
Estado benefactor…del clero
Asesor de la embajada de México en El Vaticano cuando Enrique Olivares Santana era su titular; autor del libro Los caminos de la justicia en los documentos de Ezequiel Montes, donde aborda la ruptura de las relaciones diplomáticas entre México y los Estados pontificios en 1859; investigador huésped de la Universidad de Texas y excoordinador de la Asociación Nacional de Cónsules Honorarios de México, Velázquez Nieto menciona los puntos medulares del acuerdo:
“En primer lugar habrá un apartado económico que prevé la asignación de recursos gubernamentales a la Iglesia católica, como ya se hace en otros países, entre ellos España, Brasil, Colombia, Perú, Alemania o Austria. Pongo el ejemplo de España, donde en 2010 el gobierno le asignó al clero una partida de 6 mil millones de euros”.
–¿El gobierno paga el salario de los sacerdotes?
–Bueno, ese es el caso del gobierno peruano. Aunque en realidad operan tres sistemas para dar recursos gubernamentales al clero: el esquema tributario, el impuesto religioso y la asignación presupuestaria. Aún no se define cuál de ellos se aplicará en México.
Otro punto, dice, es permitir la instrucción religiosa en las escuelas públicas, un espinoso tema que lleva años suscitando controversia entre el clero y los sectores liberales, que ven en esta medida una flagrante violación al Estado laico, argumentando que los maestros se convertirían prácticamente en catequistas al servicio de la Iglesia.
Fuente: http://www.diario.com.mx
Fuente: http://www.diario.com.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario