La mayoría fueron bajados de los autobuses de línea foránea que pasaban por el retén de Jaumave.
Por Domingo Garza - Fotógrafo Heriberto Gámez Jr.
| ||
| ||
| ||
|
Un grupo de 31 personas entre campesinos, jornaleros y estudiantes fueron secuestrados y torturados desde el pasado domingo por militares que tienen sitiado el ejido La Reforma en el municipio de Jaumave.
La mayoría de ellos eran pasajeros de un autobús y con lujo de violencia los bajaban para luego privarlos de su libertad y llevarlos a su campamento.
Todos ellos fueron despojados de sus pertenencias y ropa, al grado de tenerlos desnudos entre el monte.
Después de dos días de tenerlos secuestrados y torturándolos en una base ubicada en aquel municipio, fueron traídos a la capital para entregarlos a la Procuraduría General de la República, donde se les proporcionó ropa nueva.
Al saber del caso la Procuraduría General de Justicia tomó cartas en el asunto y el Agente del Ministerio Público adjunto fue al ejido La Reforma para ver qué estaba ocurriendo.
Al entrevistarse con el grupo armado, justificaron lo ocurrido diciendo que las personas se habían introducido a un campo de concentración que ellos utilizaban como adiestramiento.
Ayer en punto de las 23:30 horas, todos fueron puestos en libertad después de que se realizaron las investigaciones correspondientes y el fiscal de la Procuraduría no encontró elementos para procesarlos, dejando en claro la arbitrariedad con la que actuaron los soldados.
Uno a uno fueron saliendo y en su rostro se reflejaba el temor y el maltrato psicológico que los militares habían provocado.
Las huellas de violencia también fueron puestas en evidencia después de que cada uno de ellos fue semidesnudándose para mostrar las cicatrices y hematomas que quedaron en sus cuerpos.
Uno de ellos fue Fabián Aguilar Capetillo, de 28 años y residente en la colonia Tamaulipas de esta ciudad.
Narró; "fui a acompañar a un amigo a dejarle dinero a su abuela al ejido La Reforma y cuando estábamos esperando el autobús para regresar a Victoria, unos militares nos subieron a un camión y nos empezaron a golpear con tubos en la cabeza y nos dejaron encerrados como dos días", dijo Aguilar Capetillo.
Su amigo, Ricardo Rodríguez Aguilar, de 22 años y domiciliado en el 20 Mina, dijo, "llevé el dinero a mi abuela para que comprara medicinas y mandado, cuando de repente nos detuvieron y nos golpearon, luego nos pusieron vendas en la cara y con los ojos tapados nos hicieron firmar documentos y nos pidieron huellas para sellar unas hojas, quien sabe para qué".
Otro de los afectados fue Osvaldo Rodríguez Pérez, de 28 años, quien presentaba una fractura en el dedo del pie izquierdo a causa de un proyectil de arma de fuego causada cuando los militares disparaban.
"Me duele mucho el pie, me revisé y al parecer es por una bala, pero no me di cuenta cuándo me la hicieron porque me tenían vendado y me taparon las orejas para que no escuchara nada".
Todos fueron saliendo de las celdas de la Procuraduría y al ver lo golpeado que se encontraban, fueron trasladados en vehículo particular a la delegación de la Cruz Roja para que fueran valorizados.
De acuerdo a versiones de los detenidos, manifestaron que tan sólo uno de ellos se encontraba internado en las instalaciones del 77 Batallón de Infantería a causa de lesiones de consideración que presentaba.
Detallaron que el nombre del lesionado es José Enrique Cuervo García.
Aseguraron que los militares lo subían a un camión y estando en marcha, lo arrojaban al piso para luego repetir esta acción en una serie de ocasiones.
Cuervo García presenta una fractura en la clavícula del brazo izquierdo y una lesión en las cervicales, por lo que el cuello lo tiene completamente inmovilizado.
El grupo fue trasladado al Hospital General.
REVIVEN PESADILLA
Mientras los atendían en la delegación, algunos de los heridos recordaron la pesadilla que vivieron.
"Me golpeaban mientras me tenían esposado y nomás escuchaba que decían ‘dale, dale, al cabo todavía no se muere’”, dijo Antonio Barra Castillo, originario de Veracruz, quien venía del Estado de San Luis Potosí a buscar trabajo a esta ciudad.
Otro se quejaba de que además de ser torturado fue asaltado.
"Además de la golpiza que me dieron, me quitaron documentos personales y mi cartera que tenía doce mil pesos que traía para vacacionar en Victoria”, dijo Luis Antonio Hernández Cedillo, de 32 años y residente en Apodaca, Nuevo León.
Otros se quedaron con la impotencia al no poder hacer nada ante la injusticia que recibieron.
“Yo lo único que quiero es regresar a mi ciudad, ya no quiero recordar esto”, dijo Jorge Vergara, de 19 años y residente en el municipio de Reynosa.
Al preguntarle si pensaba poner una denuncia en contra del Ejército Mexicano, Jorge Vergara, respondió, “para qué, no sirve de nada, ellos son militares y no les van a hacer nada”.
Otro de los torturados son: Hipólito Muñiz Díaz, Jorge Ruiz Martínez, Juan Rogelio Hernández, José Juan Cruz Hernández, entre otros que no quisieron dar sus nombres.
Familiares que se encontraban a la espera de recibir a sus seres queridos, demostraron su molestia y dijeron que harían todo lo posible para que se hiciera justicia y se castigara a los soldados. Algunos de los detenidos se retiraron y dijeron no querer saber nada ante el temor de las represalias en contra de ellos.
Ante lo ocurrido, la Procuraduría General de la República se encuentra indagando en el asunto y se espera de que las demás autoridades competentes también intervengan en el caso.
Familiares y gente que vino del ejido La Reforma manifestaron que en aquel municipio se encuentra rodeado de militares al punto de que tienen toque de queda y al filo de las 19:00 horas todos los habitantes tienen que encerrarse en sus domicilios.
Dijeron que tiendas de abarrotes, fruterías y escuelas fueron cerrados dejando en claro que sus garantías individuales no están siendo respetadas por los soldados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario