domingo, septiembre 15, 2013

GDF entrega la plaza y el centro histórico se vuelve Atenco

HÉCTOR PALACIO

 
Durante las acciones de la policía federal contra los maestros de la CNTE, lo que se ha vivido, más allá del lamentable acto en sí mismo (ultimátum amenazador, cerco, fuerza excesiva, tanquetas con chorros de agua, toletes, gas lacrimógeno, helicópteros, infiltrados…; se reportan hasta ahora 200 maestros heridos, algunos graves, y el número de detenidos es indefinido), ha sido la capitulación de la Ciudad de México -la ciudad desde hace quince años orgullosa por la elección de gobiernos de izquierda, no priistas-, a manos del gobierno federal encabezado por el nuevo PRI; a manos de la policía de Manuel Mondragón que bien conoce la ciudad pues fue jefe policiaco de una administración supuestamente de izquierda.

Un tuit de Alejandro Encinas, ex regente de la ciudad lo expresó tal cual: “@A_Encinas_R: El día de hoy el #GDF entregó la plaza #NOALAREPRESION”.

Argumentar el uso de la fuerza de “manera legítima” para reprimir una expresión que tiene su raíz no en la supuesta reforma educativa sino en realidad en las nunca resueltas y deplorables condiciones generales de vida de los mexicanos (la de los maestros es sólo una parte de ella), significa utilizar el argumento de Peña frente a los estudiantes de la Universidad Iberoamericana justificando la represión en Atenco, es justificar todo acto autoritario del gobierno en contra de los ciudadanos, simboliza desdeñar el registro de la historia.

Otro tuit del diputado Encinas lo expresa bien: “El espíritu de Díaz Ordaz recorre el Centro Histórico de la Ciudad de México #No a la represión”.

¿Debe responder Mancera y su jefe policiaco a sus electores por semejante capitulación de las calles del Centro Histórico de la ciudad?

¿Y todo para qué? 1. Para celebrar un supuesto “Grito de Independencia” (para que celebre el “pueblo”, dijo un diputado Chucho plurinominal; a quien han llamado “pluri-animal, por más detalle), cuando deliberadamente lo que hace el actual gobierno es precisamente todo lo contrario, entregar la independencia y la soberanía de la nación a empresas trasnacionales a través de la privatización del petróleo. 2. Para exhibir en desfile militar la vigencia del estado represor, que está en manos de los de siempre y más vigente que nunca.

¿Y los ciudadanos de la ciudad orgullosa de sus gobiernos de “izquierda”, tienen algo que decir? ¿Y los del país entero? Y si después de un 1 de diciembre continúa un 13 de septiembre, ¿qué puede seguir? ¿Y qué sucede si se calla, si se guarda silencio?

Hoy, pareciera, la Ciudad de México, el país, los mexicanos, han vivido una regresión histórica.

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