Desastre natural en el país y cerco policiaco en el DF

HÉCTOR PALACIO

 
El Zócalo estará tomado cuando menos hasta el jueves 19 para evitar el retorno de la CNTE, pues se ha informado que Peña Nieto realizará una ceremonia más, en esta ocasión para recordar la tragedia del sismo de 1985.
En tanto se procura aliviar el problema a causa del fenómeno meteorológico y sus consecuencias en varios estados de la República, en la capital federal se gobierna con la policía en las calles.

Mientras que de acuerdo a “fuentes militares y especialistas” ha existido “Negligencia del gobierno ante el embate de Manuel” –aplicación insuficiente de medidas preventivas como la evacuación, desviación de recursos militares para la celebración del “grito” y los 100 años del ejército, subestimación de los efectos de la tormenta, incapacidad burocrática de los responsables de las distintas áreas, falta de coordinación entre las diversas áreas involucradas, fondos económicos limitados para contingencias, etc.- (La Jornada, 18-09-13), espacios en el pasado emblemáticos para la recepción de ayuda ciudadana, están ocupados por granaderos de la ciudad y fuerzas policiacas federales (hay quienes hablan de militares disfrazados).

El Zócalo estará tomado cuando menos hasta el jueves 19 para evitar el retorno de la CNTE, pues se ha informado que Peña Nieto realizará una ceremonia más, en esta ocasión para recordar la tragedia del sismo de 1985.

En cuanto a la Cámara de Diputados, reporta Milenio (“Trascendió”, 18-09-13): “Que si bien se montó un centro de acopio de víveres en la Cámara de Diputados para auxiliar a los damnificados por Ingrid y Manuel, la apuesta de los coordinadores parlamentarios Manlio Fabio Beltrones, Silvano Aureoles y Luis Alberto Villarreal se limita al respaldo de los 500 legisladores y unos 5 mil trabajadores, pues el cerco policial en San Lázaro impide, por supuesto, el ingreso de cualquier otra alma solidaria.”.

Naturalmente, sería un absurdo responsabilizar a Peña por las tormentas, pero no lo es responsabilizarlo por la distracción y por haber priorizado los festejos en vez de atender la contingencia urgente cuando ya desde el sábado 14 el coordinador nacional de protección civil, Felipe Puente, había alertado vía twitter y al día siguiente la secretaría de Gobernación confirmó y amplió la alerta (La Jornada, ídem). Y aunque después del grito y el desfile militar se haya tomado la foto entre el agua a bordo de un autotransporte (Calderón al menos simuló meterse al agua en Tabasco llenando costalitos de arena junto a Granier quien no dejaba de llorar), el problema era ya de dimensiones mayúsculas.

(Hay responsabilidad histórica también de administraciones pasadas, El Universal reporta que la dañada Autopista del Sol, construida por ICA, GMD y Tribasa bajo el gobierno de Salinas, rescatada por Zedillo y con posteriores inversiones millonarias, ha dejado ver irregularidades y acaso corrupción, pues se ha encontrado materiales de baja calidad en la carpeta asfáltica y debilidad en túneles; “Bajo reserva”, 18-09-13).

Y hay responsabilidad política también en el hecho de que la Cámara de Diputados y el Zócalo estén tomados y el libre tránsito clausurado (en función de la política pro-reformista vigente). Con todo y la ocupación magisterial, la gente podía aún andar a pie. Como ha establecido algún abogado, la Constitución no establece que el libre tránsito deba ser en automóvil. Hoy estas zonas son prácticamente infranqueables.

Como quiera que sea, tan urgente es atender el desastre natural que pudiera agravarse, como abrir estos espacios públicos a la ciudadanía. No sólo es una contradicción que esté impedido el acceso a estos lugares del “pueblo”, la impresión de vivir bajo estado policiaco tiene consecuencias del orden psíquico y social.

Y por otro lado, el Zócalo tendría que retomar su carácter de zona para la solidaridad nacional.



P.D. Y el desprestigiado e irresponsable Calderón anda diciendo que se malinterpretó su guerra, que no era guerra sino “estrategia” con decenas de miles de muertos y daños colaterales.