martes, agosto 06, 2013

Petróleo: El “extraño” llamado de AMLO a los empresarios


HÉCTOR PALACIO


  

No es descabellado, pues, el llamado de AMLO a la reflexión y aun a la oposición de los empresarios mexicanos ante la privatización que amenaza el horizonte.

Señala la nota de El Universal y La Jornada que durante su gira de trabajo por el estado de Guerrero, donde tomó protesta a nuevos comités de Morena, López Obrador hizo un llamado a los empresarios mexicanos para que reflexionen y participen en el movimiento en contra de la privatización del petróleo y el aumento a los impuestos.


“Desde Acapulco hago un llamado a todos los empresarios de México para que reflexionen, se informen bien y participen en este movimiento, pues la privatización va a perjudicar a todos. No habrá recursos para el desarrollo. Si no hay crecimiento ni empleo no habrá tranquilidad ni paz social. Van a seguir la descomposición y la decadencia, lo cual no conviene a nadie… Esto no es un asunto ideológico o político, sino un asunto de juicio práctico. Por ello tenemos que evitar la entrega del petróleo.”.


Noticia que en primera instancia pudiera exhibirse como contradictoria y aun extraña, pues quién más sino los empresarios debieran  estar interesados en participar en un proceso de privatización, no lo es en realidad. Al menos por dos o tres puntos, aparte de los argumentos citados.


1. Los especialistas han dicho -ante la posibilidad de la apetecible apertura de la inversión privada en la extracción del petróleo y el disfrute de la renta petrolera compartida-, que es tal el capital necesario para ello (ya que no se quiere desgravar Pemex del sangrado del 67.4% a que está sometido bajo el rigor de la secretaria de hacienda, ni utilizar las reservas nacionales o realizar préstamos directos a la banca internacional), que no hay empresa mexicana con la capacidad de hacer semejante inversión. Por tanto, es un cuento chino el que los empresarios mexicanos participarían en dicho proceso, quedando así, en realidad, en manos de las petroleras trasnacionales (que irónicamente de todas maneras funcionan a través de préstamos, se señala).


2. Incrementar los impuestos para llenar el hueco que dejaría la porción de la renta-ganancia entregada a las compañías extranjeras (en vez de corregir como principio los males fiscales del presente), en las condiciones de la economía nacional vigente (considerando los privilegios fiscales que ya se conceden discriminatoriamente a las grandes empresas), sólo concluiría en un perjuicio radical generalizado entre la sociedad consumidora y entre el comercio mismo.


3. Entonces, ante la posible de privatización por medio de la entrega parcial de la renta petrolera, del producto de la riqueza nacional, a las compañías trasnacionales, tanto el empresario como el ciudadano común, el consumidor, saldrían definitivamente perjudicados; en el mejor de los casos, no beneficiados, excluidos.  


No es descabellado, pues, el llamado de AMLO a la reflexión y aun a la oposición de los empresarios mexicanos ante la privatización que amenaza el horizonte. Y no sólo o no necesariamente por cuestión del honor nacional, sino incluso por mero interés económico. Pues el proceso de privatización les dejaría básicamente, al menos en lo inmediato, fuera del reparto del pastel y con la economía gravada y encarecida. Y si al interés, como producto de la reflexión, lo empresarios añadieran el esbozo de un sentido de patriotismo, entonces las perspectivas cambiarían.


P.D. E insisto, todo buen mexicano, independientemente de su postura ideológica, debiera leer, cuando menos, la entrevista de Federico Arreola a Javier Jiménez Espriú y sus clarísimas consideraciones  y sobre el petróleo nacional: http://reformas.sdpnoticias.com/reforma-energetica/2013/08/01/entrevista-con-jimenez-espriu-el-prd-o-se-sale-del-pacto-o-cumple-su-palabra-y-apoya-la-reforma-privatizadora

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