Jaloneos palaciegos
Señora Margarita y Yunque
Encinas, reconsidera
Solidaridad con Güiquilics
erdido entre pleitos palaciegos, el ocupante de Los Pinos disminuyó de manera grotesca su capacidad de maniobra en las decisiones del partido que hasta ahora había manejado como asunto personal –imponiendo como líderes
a personajes absolutamente impresentables, como Germán Martínez y César Nava–. Indeciso, equívoco y falsamente astuto, Felipe Calderón jugó entre dos aguas, haciendo como que apoyaba al senador Gustavo Madero, cuya autonomía a la hora de anunciar su candidatura le generó recelos, y lanzando como peleador emergente al novato Roberto Gil, cuya única fuerza acabó siendo ese peculiar empuje presidencial a medias. Al final, los ganadores fueron la señora Margarita (quien apadrinó a Madero, en clara reyerta política con Patricia Flores, la ex jefa de la oficina de Calderón que encabezó la estrategia oficialista en favor del derrotado Gil, cuyo grupito quedó sin representación en el comité nacional) y el grupo clandestino ultraderechista El Yunque, que en un exceso de irresponsabilidad, apostando a la desmemoria colectiva nacional e internacional, pretende instalar como secretaria general del comité nacional panista a Cecilia Romero, la ex directora del Instituto Nacional de Migración que hubo de renunciar, sin mayor castigo, a ese cargo luego de la matanza de decenas de viajeros centroamericanos sin documentos en un rancho del norte del país.
La parcial derrota de Calderón a manos de sí mismo tiene consecuencias directas en el proceso de selección del candidato panista a la Presidencia de la República en 2012. La familia Zavala Gómez del Campo –que no necesariamente mantendrá fidelidades cuando se agote el poder de la marca felipista– aparece en la misma ruta del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, mientras el grupo derrotado, sobre todo la piedra de tropiezo en que se ha constituido la antes todopoderosa Patricia Flores, apoya al de Educación, Alonso Lujambio, y El Yunque trata de inflar a algunos de sus poco afortunados gobernadores, como el de Morelos, Marco Antonio Adame, y negociar postulaciones en entidades claves como Guanajuato, donde el gobernador Juan Manuel Oliva está obstinado en dejar sucesor (Miguel Márquez Márquez, el M3, secretario estatal de desarrollo social, ya en campaña casi abierta), mientras los yunquistas impulsan casi a título de rebelión interna a uno de sus cuadros más eficazmente siniestros, Gerardo Mosqueda, que fue secretario de gobierno y al que Oliva hizo renunciar cuando dio a conocer sus aspiraciones sucesorias.
Lujambio se defendía ayer de la parte de responsabilidad que le toca en el desastre educativo documentado ahora por la OCDE en evaluaciones a las que los intérpretes oficiales tratan de encontrarle ángulos positivos cuando la realidad apabullante es el descenso de la calidad nacional en esa materia, entregado como está el sistema público de educación a los intereses del aparato sindical electoral dirigido por Elba Esther Gordillo, aliada en la consecución de votos oscuros para el lánguido panista de 2006 que luego no ha hecho más que pagar al mapachismo magisterial los favores recibidos, incluso mediante la ostentosa designación del yerno de la citada profesora como subsecretario de Educación Básica: la iglesia educativa en manos de Elba Esther Lutero.
Vaivenes electorales también se dan en el caso de Alejandro Encinas, a quien de pronto le ha surgido el deseo de atender las exhortaciones múltiples que dice le han hecho perredistas y ciudadanos en general para que acepte la candidatura a gobernador del estado de México. Apenas el 30 de noviembre pasado, el actual diputado federal semichucho decía, según puede verse en http://bit.ly/dWXauK, que evidentemente me faltan cinco meses para acreditar la residencia
en el estado de México, y ante el riesgo de ser bajado de la candidatura por los tribunales electorales, prefería abstenerse de participar. El ex jefe del gobierno capitalino precisó: en lo personal creo que sería muy irresponsable no solamente generar una falsa expectativa en mis compañeros de partido, sino también una posible frustración al momento de que se negara el registro y, la verdad, muchos me cuestionarían que sabiendo yo que podría correr esta situación sería muy irresponsable participar y por eso prefiero enfrentar mis decisiones estrictamente como lo he dicho siempre de manera personal y no poner en manos del Tribunal Electoral del Estado de México o en manos del tribunal federal la definición del candidato de la izquierda del estado de México
. Pero ahora Encinas ha anunciado que reconsidera sus circunstancias y que podría aceptar una candidatura, sin alianza con el PAN, por el PRD.
Reconsideración no ha habido en las tretas judiciales con que se pretende frenar la revolución informativa que con impacto en la política mundial ha desplegado Julian Assange desde su sitio Wikileaks (güiquilics, tal vez con su necesario verbo: güiquiliquear). Habrá de verse el desenlace de la presentación necesaria, y respectivo arresto, que ante autoridades judiciales británicas hizo el hombre que con su trabajo ha llenado planas de periódicos de todo el mundo y ganado destacada presencia en medios electrónicos. Los ánimos de silenciamiento a ese sitio y ese personaje provienen de las más disímbolas plataformas internacionales de poder, pero ya hay un sucesor al frente del trabajo informativo, se multiplican los espejos
de Internet que reproducen material para impedir su eventual supresión, se han enviado archivos a distintos internautas para ser abiertos en caso de que algo suceda a Assange y, por ejemplo, en Twitter, se ha convocado a que hoy no se use ese servicio en protesta por las manipulaciones hechas para impedir que entre los asuntos más relevantes del día estén los relacionados con Wikileaks y Assange.
Y, mientras el PAN revienta la sesión del Senado en que se aprobó en lo general la llamada ley antimonopolios, y Fox apremia a los panistas a realizar destapes
, ¡hasta mañana, con Javier Lozano avalando la nueva elección de Martín Esparza al frente del SME!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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