Mario Di Costanzo Armenta: En el Congreso se invierten los papeles (Nota de El Universal)
Fue otra representación con los papeles cambiados. Unos criticaron lo que en el pasado justificaron. Otros apoyaron lo que antes condenaban. Priístas y panistas en su trama. En algo coincidieron sin embargo, en acusarse de que sus respectivos gobiernos federales han sido caros y malos.
Ante ellos, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, seguiría su propio guión, según el cual desde mediados del año pasado la economía mexicana muestra claras señales de mejoría, se han generado empleos, México es un lugar seguro para invertir, hay buena demanda interna, prueba de ello, las ventas en las tiendas departamentales y de autoservicio.
El joven actuario, prospecto de candidato presidencial, tuvo una comparecencia más o menos tranquila. Respondió cuanto pudo o quiso a las preguntas de los legisladores. Casi no tomó apuntes. Muy poco vio a los que le hablaban, se la pasaba con la vista fija en hojas que le pasaban sus asesores.
“¡Fernández Noroña como haces falta para poner al delfincito en su lugar!”, exclamó una voz priísta que salió de la parte trasera del recinto. Gerardo no estaba en el salón, aunque de algún modo sí estuvo. No acudió a la sesión, se dijo que lo operaron. Pero si envió una fotografía suya, de gran tamaño, que colocaron en su curul. En la imagen, Fernández Noroña mostraba una leyenda en la que pedía la renuncia de Felipe Calderón y la de Ernesto Cordero.
Ante ellos, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, seguiría su propio guión, según el cual desde mediados del año pasado la economía mexicana muestra claras señales de mejoría, se han generado empleos, México es un lugar seguro para invertir, hay buena demanda interna, prueba de ello, las ventas en las tiendas departamentales y de autoservicio.
El joven actuario, prospecto de candidato presidencial, tuvo una comparecencia más o menos tranquila. Respondió cuanto pudo o quiso a las preguntas de los legisladores. Casi no tomó apuntes. Muy poco vio a los que le hablaban, se la pasaba con la vista fija en hojas que le pasaban sus asesores.
Sólo hubo unos momentos de tensión en los que el secretario de Hacienda dejó salir su temperamento. En el rostro se dibujó una sonrisa burlona, que lo hizo parecerse más al comediante inglés Mr. Bean, cuando Mario Di Constanzo le dijo que no descansará, hará todo lo posible hasta que sea sometido a juicio político por las varias fallas y violaciones a la ley que ha tenido en el desempeño de su cargo. El diputado por el PT, le entregó dos carpetas en las que, dijo, están documentadas sus acusaciones. Cordero no se levantó de su lugar como ante otros legisladores, dejó a Di Constanzo con la mano extendida, no le recibió los expedientes, le dijo que los dejara en la mesa.
“¡Fernández Noroña como haces falta para poner al delfincito en su lugar!”, exclamó una voz priísta que salió de la parte trasera del recinto. Gerardo no estaba en el salón, aunque de algún modo sí estuvo. No acudió a la sesión, se dijo que lo operaron. Pero si envió una fotografía suya, de gran tamaño, que colocaron en su curul. En la imagen, Fernández Noroña mostraba una leyenda en la que pedía la renuncia de Felipe Calderón y la de Ernesto Cordero.
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